10 junio 2005

¿A quién beneficia y a quién perjudica la prohibición de la marihuana?

el Complejo Penitenciario-Industrial o Gulag americano

La decisión del Tribunal Supremo estadounidense en contra del uso médico de la marihuana ha tenido una gran repercusión mediática. No se puede decir lo mismo de un reciente estudio realizado por Jeffrey Miron, profesor de economía de la Universidad de Harvard, donde se calcula el coste de la prohibición de esta planta en EE UU entre 10.000 y 14.000 millones de dólares. Quinientos economistas de prestigio, entre ellos Milton Friedman, han suscrito una carta abierta enviada al Presidente Bush, al Congreso y al Senado (entre otras autoridades) que acompaña a este informe, titulado "Implicaciones presupuestarias de la prohibición de la marihuana".

El autor del informe ha recalcado que sus estimaciones son conservadoras, dado que no se han incluido algunos costes que podrían elevar aún más la cifra mencionada y que el cálculo se hizo partiendo de un número de presos por delitos relacionados con la marihuana que podría ser un 60% inferior al número real.

Mientras el contribuyente norteamericano paga el pato por este desastre, las empresas privadas que, cada vez en mayor número, gestionan buena parte del sistema de prisiones en aquel país, ven cómo cada año mejora su cuenta de resultados. Esta industria se ha ido convirtiendo con el tiempo en una de las opciones favoritas de los inversores. Sin embargo, hay quien no vé esta situación con muy buenos ojos:

"Durante este tiempo, hemos creado una industria que necesita que se encarcele a la gente (en realidad, depende de ello) y estamos alimentando a esta industria, lo hagamos conscientemente o no. Nos hemos convertido en rehenes de corporaciones que construyen y gestionan cárceles. Arquitectos, contratistas y agencias estatales necesitan que la gente vaya a la cárcel para sobrevivir o para obtener beneficios"

Crime Still Paying Well

El diario económico Bloomberg, en un reportaje publicado hace tres años, calculaba en 1.400 millones de dólares el ingreso que aportaba la marihuana a la economía holandesa (sin prisiones privadas abarrotadas y con un consumo de marihuana sensiblemente inferior al de EEUU). Las cifras correspondían a 1995 y es muy probable que hayan aumentado a lo largo de los diez años transcurridos.

El pueblo norteamericano debería decidir pronto si los beneficios de su próspera industria carcelaria (que extiende sus tentáculos hacia países europeos entre los que, felizmente y por el momento, no se encuentra España) importan más que su bienestar social y económico. O éso o que se pongan a comprar todos acciones de Corrections Corporation of America que, con la política de drogas de Bush, seguro que siguen subiendo hasta el infinito.

07 junio 2005

Morir con dolor en España

Manuel Lamela: Consejero de Sanidad de Madrid
Vivimos en un país donde, todos los días, una serie de hijos de puta cobran un pastón por hablar de idioteces y por crear polémicas absurdas. La política (o mejor dicho, la metapolítica) ocupa todo el espacio mediático y apenas deja sitio para las cuestiones que nos conciernen a millones de ciudadanos (vivienda, enseñanza, medio ambiente, salud, etc.). Mientras estos trileros llamados tertulianos se dedican a discutir sobre el sexo de los ángeles, y una patulea de borregos les siguen y hacen suyas sus expresiones, pasan cosas como esta.

Es escandaloso que ningún medio, salvo el Pais, parezca preocupado por esta cuestión crucial. Es escandaloso que el alivio de nuestro dolor tenga que pasar por el examen de la clase médica y es aún más escandaloso que llevemos años así. Es escandaloso que esto no suscite escándalo y otras chorradas ocupen las portadas de los periódicos (como el caso Lamela a quien deseo una muerte increiblemente dolorosa para él y para toda su puta descendencia). Es escandaloso que la patética Ministra de Sanidad que nos ha tocado en suerte (y todos sus antecesores y antecesoras) se dedique a agitar espantajos como el del peligrosísimo cannabis mientras no hace nada por aliviar el dolor de miles de españoles.

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