19 noviembre 2003

El doble lenguaje del Plan Nacional sobre Drogas

Gonzalo Goebbels ataca de nuevo

Gonzalo Robles, Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas -y santo patrón de narcoguerrilla- lleva una buena temporada intentando acallar la disidencia y el activismo cannábico con el pretexto de que revistas como Cáñamo o Yerba y webs como esta misma u otras que enlazamos desde aquí "banalizan" el consumo de cannabis, al restar importancia a las consecuencias sanitarias que comportaría su uso. Según Robles, estos sectores díscolos seríamos los responsables del elevado consumo de drogas entre la juventud española, no su política antidroga -envidia de Europa y modelo exportable a otros países, si hemos de creer en sus autoalabanzas.

En un alarde de coherencia, y a raíz de los pésimos resultados que obtiene España en el último informe del OEDT (también conocido como EMCDDA), el Plan Nacional ha elaborado un informe exculpatorio -y redactado en un pésimo inglés, todo hay que decirlo- en el que se imita a los citados apologetas en su banalización de los efectos adversos del cannabis y las drogas de síntesis. Así, en el documento se quita importancia al papel que desempeña el cannabis en las demandas de tratamiento y en los episodios de urgencias, alegando que la mayoría de los consumidores utilizan otras drogas -algo que sería más que discutible- y por lo tanto es difícil determinar si tales demandas y episodios son atribuibles al cannabis en exclusiva. Además, se afirma que las repercusiones del cannabis en la salud pública son "limitadas", no así su impacto sobre nuestro sistema judicial y penal: en 2001 fueron detenidas en España más de 8.000 personas acusadas de traficar con esta sustancia, casi la mitad (el 48%) de todos los detenidos por tráfico de drogas en el país.

En cuanto a las drogas de síntesis, el PND dice: "En España. el impacto de estas drogas sobre la salud pública es leve, sobre todo si se compara con el tabaco, el alcohol, la heroína o la cocaína", y se vuelve a insistir en que el éxtasis y las anfetaminas estuvieron relacionados con menos de un 10% de los episodios de urgencias y casi siempre en concurrencia con consumos de alcohol y/o cocaína. En lo referente a demandas de tratamiento, sólo un 1,2% estuvieron relacionadas con las "pastillas del diablo".

Lo sorprendente es que este documento no se ha distribuido entre la prensa española, y Robles ha seguido promoviendo la alarma social en sus intervenciones ante los medios de comunicación. Es decir, se afirma una cosa de cara al exterior, y la contraria de cara al interior. Nunca antes fue tan evidente la mendacidad de los responsables de nuestra política de drogas.

Más en:

Drogomedia
Informe enviado al OEDT


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